lunes, 24 de agosto de 2015

Hoy voy a hablar sobre mí, o al menos, sobre una pequeña parte de lo que soy. Puede que a muchos no les interese, qué se yo. El caso es que hace poco me lo pidieron. Amanda Breaths, espero que esto pueda ayudarte.

Antes
Creo que ya lo he dicho alguna vez; soy tremendamente indecisa. Así que imaginarás que para decidir el camino que quería tomar me hizo falta mucho, mucho tiempo. Tanto que hasta el último día no llegué a decidirme del todo.
Desde pequeña, me gustaba jugar a los médicos. Mi madre, que es enfermera, me daba gasas, jeringas y algunas cositas más con las que ampliaba mi material de hospital de colorines. También veía la serie “Érase una vez el cuerpo humano”, una y otra vez, y como era curiosa, las cosas relacionadas con el cuerpo humano me gustaban.
Sin embargo, mi indecisión me lleva a que me gusten muchas cosas, y claro, elegir una entre tantas se vuelve complicado.
Cuando llegas a Bachiller, sabiendo que una de tus posibles opciones es medicina, te agobias un poco – en mi caso bastante, porque soy muy  perfeccionista, y quería, en el momento de tener la nota de selectividad, poder elegir- así que para mí, segundo de bachillerato no fue muy agradable. Aún así, tengo recuerdos bonitos de ese año, porque en mi instituto hicieron un viaje de una semana que me sirvió para olvidarme un tiempo de los estudios, o las vacaciones de navidad, y algunos fines de semana… Después de haber acabado bachiller, mi recomendación es esforzarse pero saber descansar. Aunque dé miedo la selectividad, a pesar de los nervios –que siempre van a estar ahí- poco a poco, conforme vas avanzando los exámenes, se van pasando y empiezas a pensar – al menos en mi caso- que no pasa nada, que la nota no es tan importante, que no solo existe el camino de medicina para ser feliz, y que no solo existe el camino de esos exámenes de selectividad para llegar a medicina.

Durante
Cuando finalmente te decides por entrar en medicina, en mi caso, seguí dudando si había hecho lo correcto. Pensaba “es que a mí me gusta escribir, y quiero estudiar otras cosas, y quiero hacer otras cosas…”, pero sin embargo creo que una de las mejores sensaciones del mundo tiene que ser tener en tus manos una vida a la que puedes salvar, y no solo de las enfermedades.  Este año – mi primero- he aprendido, además de muchas cosas sobre el cuerpo, muchas cosas sobre las personas. Medicina es ciencia, sí, pero también es una carrera de arte, en la que escribir puede ayudar a salvar vidas, saber del mundo, de arte, de música, de viajes… también. El enfermo que le llega al médico, busca en este alguien que lo salve, se pone en sus manos, se entrega al médico preso del miedo y busca también- aún sin pedirlo con palabras- su compañía. En mi facultad- la de Málaga- me han enseñado, que no existen enfermedades sino personas, y tenemos que tratar a estas últimas y no solo a las primeras.
Centrándonos ahora en lo teórico, no voy a mentir. Es duro. Muchas prácticas que ves que son puramente teóricas, exámenes que te exigen demasiado, vas viendo como solo estudias y memorizas, día tras día… Pero es el primer año, y lo importante es tener claro qué es lo que quieres llegar a ser, y no rendirte porque lo que estés estudiando no sea lo que más deseas. Creo que vale la pena al final. El contenido en sí es interesante, la carrera dura, pero ahora que es verano- y que en este primer año no me ha quedado ninguna  asignatura- me doy cuenta de lo mucho que me acuerdo de lo que he aprendido.  Yo tuve la oportunidad, porque mi madre es enfermera, de que me llevaran con algunos médicos de su hospital a acompañarles durante su trabajo,  y la verdad es que se aprende mucho cuando el objetivo es aprender y no aprobar un examen.
Lo cierto también es que da miedo pensar en los muchos años que te vas a tirar estudiando mientras todos tus amigos, poco a poco, vayan acabando sus carreras. O los muchos tochos de apuntes que vas a tener que aprenderte para el examen del MIR. O la enorme responsabilidad que vas a tener siempre, que otros pongan su futuro en tus manos y te crean capaz de salvarles.
Sin embargo, creo que merece la pena. Aún es pronto, pero creo que las gracias de alguien a quien has ayudado, van a ir pagando poco a poco los años de estudio.
Aún no puedo hablarte de mucho más, no sé muy bien que especialidad quiero hacer- mis ideas son: neurología, oncología infantil, ginecología, pediatría….
Poco a poco iré aprendiendo y si algún día cambio de idea, siempre podré tomar otro camino. Y estoy segura de que no habrán sido años perdidos, porque haber conocido gente que piensa como tú, gente con corazones- aunque suene un poco cursi- enormes, merece la pena.

Y ya por último, voy a hablar de un libro. Y de uno de sus autores.

Es un libro sobre ciencia, sobre la vida, y sobre la enfermedad. Te cuenta una serie de cosas sobre el mundo, sobre cómo funciona este desde el punto de vista científico. La mayoría de las cosas, si has hecho el bachillerato de salud o si te gusta la ciencia, ya las has aprendido. Sin embargo te enseña cómo se puede luchar por la vida, y como el médico puede ayudar a hacerlo no solo con medicinas sino con palabras y ánimos.
También me dio personalmente muchos ánimos este libro, pues uno de sus autores, Salvador Macip, es médico, investigador y escritor. Para mi fue un ejemplo de que no tengo que abandonar las letras por haber elegido este camino.
Le envié un correo y aquí os dejo una de sus respuestas:
“Yo soy el ejemplo de que se pueden hacer varias cosas a la vez, pero ya te aviso que no es fácil. Requiere voluntad y dedicación. Pero para mí escribir, la ciencia y la medicina son tres pasiones que tengo, y dedicarles horas no me importa. Si te lo pasas bien haciendo algo es mucho más fácil invertir esfuerzos en ello. Espero que consigas todo lo que te propongas!”

Y esto es todo, una pequeña parte de mí. Pronto os traeré un texto que compense este tocho.
Besos,

                                                                                                                                    P·G

6 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho saber un poco más sobre vos :))
    Un beso grande linda y espero seguir leyéndote :))

    S.

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  2. No sabes como agradezco que hagas esta entrada,
    siento haber tardado en leerla pero estos días apenas tenía conexión a Internet ni ordenador, pero lo importante es que aquí estoy, jajaja. Y la verdad es que me he sentido súper identificada con tu entrada porque ya solo decidir que bachiller hacer me ha costado en el sentido de que para mi simbolizaba un poco abandonar el escribir, leer y todas esas cosas que me encantan, pero me he dado cuenta de que no es así, no hace falta centrarte en una sola cosa. Y me has dado mucho ánimos para estudiar Medicina, pero aún me quedan dos años y a saber como cambian las cosas, aún así muchas muchas gracias por esta entrada, en cuanto pueda me leo el libro.
    Besos, Amanda.

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    1. muchas de nada Amanda, yo encantada de que te haya servido. No dejes nunca de escribir- si es lo que verdaderamente te llena- hagas la carrera que hagas, siempre puedes tener las letras ahí para desahogarte y apartarte de la rutina. Aún te queda tiempo para que te lo pienses, no te centres únicamente en medicina pues hay mil caminos que te estarías perdiendo, cuando llegue el momento estoy segura de que sabrás qué es lo que verdaderamente quieres hacer, y si hasta entonces necesitas alguna cosa más en la que pueda ayudarte, sabes que me puedes preguntar.
      Un besito Amanda ^^

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  3. Pues... sin duda, espero que consigas todo, pero todo lo que te propongas tú también pequeña.

    Noa

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