Las
llaves de un candado oxidado por no abrirse buscan alguien que las encuentre-
pero ese alguien también anda perdido.
Se
acumulan y pelean, dentro – muy dentro- las palabras, luchando por ver quién
será la primera en abandonar la cueva.
¿No
seré yo la que en el fondo las encierra?
Presas
quedaron hace mucho, poco a poco, se hacen viejas.
Y
tú, ¿dónde andas que no vienes a por ellas?
Nuestras,
eran nuestras.
¿Recuerdas cuando
juntos las sacábamos a pasear?
Yo
sola ya no puedo. Te llevaste las ganas. Y hora, tristes, solas – las palabras-
esperan la escapada. Sin embargo, solo hay nuevas y nuevas palabras que al
entrar, siguen dejando la puerta cerrada.
P·G
Es muy... buena Paloma. Cuándo las palabras se van acumulando, te pueden dejar sin aire; libéralas.
ResponderEliminarTe he dejado un premio en mi blog:
http://noa1000words.blogspot.com.es/2015/08/premio-best-blog.html
Espero que te guste.
Noa